Los nativos sostienen que el territorio ancestral es sagrado y además recordaron que los indígenas están por fuera del conflicto armado
Los líderes indígenas que fueron consultados por este medio no saben a ciencia cierta si las personas que perpetraron el atentado terrorista más devastador de los últimos 20 años, son guerrilleros o son miembros de los grupos al servicio del narcotráfico que han estado operando en la península, pero lo que si tienen bien claro es que su territorio ancestral no debe ser tomado por los desconocidos para hacer la guerra como ocurrió recientemente en Alto Pino, un caserío localizado en el kilómetro 42, sitio en el que funcionaba un peaje de la Concesión Santa Marta Paraguachón, encargada de la administración del tramo vial que termina donde comienza la República de Venezuela.
La persona que sugiere a las autoridades de la zona que se haga una ceremonia de saneamiento, es uno de los palabreros más renombrados en toda la península y quien ha estado en la resolución de los conflictos intraétnicos más encarnizados de esta región: Orangel Gouriyú quien sostiene que todo ese territorio debe ser objeto de un rito de desintoxicación. “Sea cual fuere de los actores es necesario que nosotros los wayuu, miremos a esa zona y con la sabiduría que nos dejaron nuestros ancestros, podamos aliviar el territorio ofendido”.
Estas no son guerras de los wayuu
El líder y componente de los conflictos entre sus paisanos sostiene que ellos, los wayuu, no se enfrascan en este tipo de luchas. “Nuestros conflictos son diferentes, son por asuntos de territorio, por accidente de tránsito, por pérdida de ganado y asuntos que hemos podido solucionar desde nuestras propias posibilidades de conciliación, pero en estos temas que son de mayor envergadura, nosotros no participamos y más bien le pedimos a las autoridades que estén siempre prestos para brindarnos protección porque estas costumbres y formas de guerra no son conocidas por nosotros”.
Rechazo de un joven líder de su ranchería
Francisco Epiayú, un joven de unos 23 años de edad que es notorio por su inquietud en la búsqueda de mejores condiciones de vida para su familia, fue bien categórico y manifestó que rechazaba de manera tajante, cualquier acto criminal que se produjera en el territorio dejado en custodia por sus ancestros. “Nos oponemos de manera rotunda a este tipo de conductas y le pedimos a las autoridades que desplieguen el mayor número de investigadores para que esto no se repita, nuestro territorio ha estado siempre libre de un conflicto de esta dimensión y no queremos que se vuelva a derramar sangre en nuestra tierra por este tipo de acciones”
El rechazo por el atentado terrorista en el que perdieron la vida Kerry Mercado Araujo y Carolina Orozco no solo ha sido rechazado por las comunidades indígenas, sino por la sociedad guajira en general que permanece triste e indignada por la forma como actuaron los sujetos sin identificar y que según declaraciones de autoridades, habría sido ejecutado por miembros del ELN.
Una recompensa millonaria por los autores
Entre las autoridades administrativas, no solo se dio el rechazo vehemente del secretario de Gobierno y entonces gobernador (e) Misael Velásquez Granadillo, quien anunció que se había dispuesto la suma de 150 millones de pesos para la persona o grupo de personas que tuvieran información sobre la identidad o paradero de quienes cometieron el acto terrorista y lo compartan con las autoridades.