Después de años de abandono, Maicao está a punto de recibir una noticia esperanzadora: la recuperación del estadio Hernando René Urrea Acosta. Este escenario, que durante décadas fue símbolo de orgullo para la ciudad, será entregado en el marco del aniversario del municipio, marcando un renacimiento deportivo y emocional para todos sus habitantes.
El estadio Hernando Urrea, alguna vez lleno de goles, aplausos y sueños, quedó en el olvido por mucho tiempo. El paso de los años, el descuido de algunas administraciones y hasta el vandalismo lo dejaron casi en ruinas. Sin embargo, el amor de la gente por este espacio nunca se apagó y su recuperación era un anhelo constante.
Un compromiso que da frutos
Gracias al compromiso del alcalde Miguel Felipe Aragón González, hoy el estadio vuelve a tener vida. Desde que fue diputado, luchó por su restauración, y ahora, como alcalde, ha puesto manos a la obra. Para la celebración del aniversario, se trabaja con dedicación para dejar listo este emblemático espacio, símbolo de identidad maicaera.
Con emoción, el alcalde anunció la siembra del primer tapete de grama natural en la cancha del estadio. Además, aseguró que también se rehabilitará la pista atlética, una obra que no estaba incluida en el contrato, pero que se realizará con recursos propios. El objetivo es abrirle las puertas a niños, niñas y jóvenes que aman el deporte.
El nombre que nunca se olvidará
Es importante destacar que nunca se ha pensado cambiarle el nombre al estadio. El gobierno local reafirma su respeto por la memoria de Hernando René Urrea Acosta, ícono del deporte en Maicao. El rescate de este lugar es, también, un homenaje a quienes hicieron grande al municipio desde el deporte y la pasión por la camiseta.
La recuperación del estadio no es solo una obra física. Es una apuesta por el futuro, por la juventud y por una ciudad que cree en el poder del deporte. Este nuevo espacio permitirá formar talentos, ocupar el tiempo libre y fortalecer el tejido social. Es una muestra de que en Maicao los sueños sí pueden volver a jugarse en casa.